Ya va haciendo calorcito y apetece acercarse a la playa a mojar los pies en el agua marina, o incluso darse el primer chapuzón. Nosotros tenemos el mar al lado y hemos comprobado lo bueno que es esto, ya que el agua de mar tiene muchas propiedades que no tiene el agua dulce.
Por ejemplo, como tiene una composición parecida a la del plasma sanguíneo, con oligoelementos que son eficaces para tratar algunas enfermedades, la piel absorbe algunos de esos elementos, lo cual mejora nuestra salud. Además, si tienes alguna herida, será muy difícil que se infecte gracias a sus propiedades antibióticas.
La densidad del agua de mar, debido a la sal, facilita la relajación muscular y mejora la circulación. También mejora la respiración, elimina toxinas, ayuda a recuperar los músculos, retrasa el envejecimiento, alivia dolores musculares y el reuma… ¡El mar es todo un tesoro para nuestra salud! Y, por suerte, lo tenemos a un paso del camping.
Imagen con licencia Creative Commons del álbum en Flickr de Ann Payne.